¿Qué hacer ante un brote psicótico?

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Un brote psicótico puede ser una experiencia aterradora tanto para quien lo vive como para las personas a su alrededor. Saber cómo actuar es esencial para ofrecer apoyo y garantizar la seguridad de todos. En esta guía, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre los brotes psicóticos, sus 8 síntomas, causas y 6 consejos clave para manejarlo lo mejor posible dada la situación.

¿Qué son los brotes psicóticos?

Un brote psicótico es un episodio en el que una persona pierde el contacto con la realidad. Cuando esto pasa, pueden presentarse delirios, alucinaciones y alteraciones graves en el pensamiento y el comportamiento. Este tipo de episodios suelen estar relacionados con trastornos como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o el consumo de sustancias, pero también pueden surgir por situaciones de estrés extremo o problemas médicos subyacentes.

Síntomas de un brote psicótico

Los síntomas de un brote psicótico varían según la persona y la causa subyacente, pero suelen incluir los siguientes, que se detallan con ejemplos específicos para mayor claridad:

Delirios

  • De persecución. Una persona puede creer firmemente que está siendo vigilada o incluso que le están siguiendo, como pensar que un vecino o un extraño en la calle está conspirando contra ella.
  • De autorreferencia. Puede interpretar que programas de televisión, música o conversaciones al azar contienen mensajes dirigidos exclusivamente a ella.
  • De perjuicio. Puede sentir también que los compañeros de trabajo o amigos están planeando sabotear sus proyectos o causarles daño.

Alucinaciones y pseudoalucinaciones

  • Sonoras. Escuchar voces que emiten críticas, comentarios o incluso instrucciones.
  • Visuales. Ver figuras o sombras que no existen.
  • Táctiles. Sentir que algo camina sobre su piel, como insectos.

Trastornos del pensamiento

Las personas podrían cambiar de tema de manera brusca en una conversación, haciendo difícil seguir su discurso, como si sus ideas estuvieran «saltando» entre puntos desconectados.

Síntomas catatónicos

  • Una persona puede permanecer inmóvil durante horas, con una expresión vacía, o adoptar posturas extrañas sin moverse.
  • No suele ser tan frecuente pero podría no responder a estímulos externos, como cuando alguien le habla directamente.

Discurso desorganizado

Frases incompletas o sin sentido, como «El sol está cantando en el pan, así que los coches están rojos hoy.» Básicamente, decir cosas sin ningún tipo de sentido o totalmente incoherentes.

Cambios de comportamiento

Podría manifestarse con explosiones emocionales impredecibles, como reírse sin razón aparente o llorar intensamente al escuchar un comentario trivial.

Conducta extravagante y desorganizada

Por ejemplo, vestirse con varias capas de ropa inapropiadas para la estación o recolectar objetos sin un propósito claro.

Deterioro de las capacidades cognitivas

Una persona podría olvidar constantemente información importante, como fechas o nombres, y tener dificultades para realizar tareas cotidianas, como cocinar o pagar facturas.

¿Por qué se produce un brote psicótico?

Un brote psicótico, como podemos ver por los síntomas, puede tener una gran variedad de desencadenantes. Los que te puedes encontrar son:

  • Trastornos mentales. Esquizofrenia, trastorno bipolar o depresión mayor con psicosis.
  • Consumo de sustancias. Drogas como el LSD, la cocaína o el cannabis pueden desencadenar episodios psicóticos.
  • Estrés severo. Situaciones traumáticas o de alta presión pueden provocar un brote psicótico en personas vulnerables.
  • Condiciones médicas. Infecciones cerebrales, tumores o desequilibrios hormonales también pueden ser factores desencadenantes.

Básicamente, hay muchos desencadenantes, pero los más importantes son los psicológicos, sociales, y ambientales. El más importante es vivir un episodio traumático, como perder a un ser querido.

6 pasos para actuar ante un brote psicótico

Si alguien cercano está experimentando un brote psicótico, es crucial actuar con calma y cuidado. Por ejemplo, estudios del «Journal of Psychiatric Research» destacan que el ambiente seguro y la comunicación clara pueden reducir la intensidad del episodio. Además, investigaciones realizadas por la Asociación Americana de Psicología (APA) subrayan la importancia de evitar confrontaciones directas y ofrecer apoyo empático, ya que esto mejora la respuesta de la persona en crisis. La experiencia clínica también muestra que proporcionar un espacio tranquilo y minimizar los estímulos externos, como ruidos fuertes, es fundamental para estabilizar a la persona.

1. Cálmate y busca un ambiente relajado

Tu tranquilidad influirá en la situación. Busca un espacio seguro y libre de estímulos que puedan agravar el episodio, como ruidos fuertes o luces brillantes. Debes mantener la calma y mostrarte todo lo tranquilo que puedas. Así, tomarás mejores decisiones y también podrás reaccionar más fácilmente.

2. Ayúdale como puedas

Mantén una distancia prudente. Evita el contacto físico o el contacto visual prolongado, ya que podría interpretarse como una amenaza.

Aún así, tienes que estar cerca de la persona, para que note que estamos ahí, pero sin esas conductas que le pueden alterar aún más. Puedes ponerte entre la persona y la puerta pero sin bloquear al 100% la salida, ya que también lo puede ver como una amenaza.

3. Paciencia y comprensión

Recuerda que la persona no puede controlar lo que está viviendo. Es decir, que ni es intencional, ni es consciente de lo que está haciendo realmente. Actúa con empatía y evita juzgar su comportamiento.

4. Habla con calma y con lenguaje sencillo

No le grites y, además, debes usar frases cortas, sencillas y claras, que entienda con facilidad lo que le quieres decir. No discutas ni intentes razonar con sus delirios; esto puede incrementar su ansiedad.

5. Llama a emergencias y coopera en lo que puedas

Si el episodio es grave o hay riesgo de daño, llama a los servicios de emergencias. Proporciona información relevante sobre la situación para que puedan actuar eficazmente.

6. Apóyale para que contacte con un psicólogo

Una vez que la crisis haya pasado, anímale a contactar con un psicólogo para tratar las causas subyacentes del brote.

¿Qué pasa después de un brote psicótico?

Tras un brote psicótico, la persona puede sentirse confundida, exhausta o avergonzada. Por lo general, va a tener dificultades para recordar lo ocurrido. Es crucial que le ofrezcas tu apoyo emocional y garantices que reciba atención psicológica adecuada para prevenir recaídas.

Respecto a las secuelas, las más frecuentes que hemos visto es un «duelo» por el que pasa la persona, sintiendo que perdió su salud mental. En el caso de haber abusado de sustancias, se suele pasar por un deterioro cognitivo grave, siendo mucho más complejo realizar ciertas actividades. No obstante, si se recibe una buena atención temprana esto puede mejorar, y, lo más importante, que no vuelva a pasar por un brote psicótico.

¿Qué se siente en un brote psicótico?

Creo que es muy importante que todos hagamos este trabajo de empatía y sepamos que es pasar por un brote psicótico, dentro de lo que cabe. Así, le podremos ayudar mejor. Durante un brote psicótico, la persona puede experimentar miedo intenso, paranoia o sensación de que algo terrible está por suceder. Los delirios y las alucinaciones suelen parecer extremadamente reales, lo que puede generar angustia y desesperación. Esta experiencia es profundamente desorientadora y agotadora tanto mental como físicamente.

Redactado por: Ana Castillo Castillejo, psicóloga infanto juvenil y familiar.